Asociación Internacional de la Seguridad Social
En la última década, el debate sobre el papel de la protección social surgió en el contexto de la cooperación al desarrollo y, por tanto, empezó a cobrar importancia en muchos países del mundo en desarrollo. Varios países en desarrollo de América Latina, África y Asia empezaron a aplicar medidas de protección social, como por ejemplo las transferencias (condicionadas) de dinero en efectivo[1] para proteger a los grupos más pobres y especialmente vulnerables contra los choques y riesgos en etapas difíciles de la vida, como por ejemplo la infancia, la maternidad o la vejez.
En este contexto, las pensiones no contributivas de vejez financiadas a través de los impuestos y proporcionadas por el Estado – especialmente para aquellos que no participan en otros regímenes estatales de seguro de vejez – surgieron y ganaron importancia en los países en desarrollo en los últimos años. Los donantes y las instituciones internacionales, así como los gobiernos de los respectivos países, han reconocido y subrayado la importancia de estos regímenes y su papel en la protección de los ancianos pobres.
Este documento trata de las condiciones que permiten y de las fuerzas que impulsan la aplicación de los regímenes universales de pensiones sociales no contributivas. Quiere explorar cuáles han sido los principales factores para su implantación en diferentes países en desarrollo en los últimos años. De este modo, el análisis se centra en el discurso internacional y en las fuerzas externas que impulsan la implantación de un determinado régimen de pensiones. Se han recogido datos de los países en desarrollo más pobres con un régimen de pensiones universal en los que se ha implantado un régimen de pensiones universal en las dos últimas décadas: de Bolivia, Lesoto y Nepal, y en parte de otros países en los que ya existen estos regímenes, a saber, Namibia, Mauricio y Botsuana.
Ssptw
Entorno: El artículo analiza críticamente la naturaleza de los regímenes de pensiones de vejez en algunos países africanos. Observa que mientras la mayoría de los países del norte global se toman en serio la seguridad social, especialmente en lo que se refiere a las personas mayores, en la mayoría de los países del continente africano los planes de seguridad social se dan por sentado.
Resultados: Los resultados muestran que la aplicación de la pensión de vejez y la indemnización de los trabajadores se da por sentada en la mayoría de los países de África, con la excepción de Sudáfrica, que cuenta con regímenes de pensión de vejez tanto para el sector formal como para el informal.
La población mundial ha aumentado rápidamente y ha envejecido desde principios del siglo XXI. El número de personas mayores en la mayoría de los países está aumentando (Naciones Unidas 2017). La situación, como señala Naciones Unidas (2017), se ha convertido en una de las transformaciones sociales más críticas. Se prevé que unos dos mil millones de personas tendrán más de 60 años para el año 2050 (Organización Mundial de la Salud 2017). Esto demuestra que el número de personas mayores de 60 años ha aumentado en comparación con el número de jóvenes en la mayoría de los países del mundo (Naciones Unidas 2017). Según lo observado por las Naciones Unidas (2016), el número de personas mayores en África se ha duplicado desde 1990, y se estima que será más del triple entre 2015 y 2050. Por ejemplo, en el África subsahariana, en 1990 había 23 millones de personas de 60 años o más, cifra que aumentó a 46 millones de personas en 2015. En 2050, se prevé que 161 millones de personas mayores residan en África (Naciones Unidas 2016). Debido a este aumento, en casi todos los países del mundo existen políticas fiscales que implican la redistribución de los ingresos para abordar los retos a los que se enfrentan las personas mayores de la población.
Perfiles de países de Issa
Jeremy Seekings no trabaja, asesora, posee acciones ni recibe financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no ha revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
Kombo Mohamed, que entonces tenía 72 años, fue la primera persona de Zanzíbar en recibir la nueva pensión de jubilación introducida en abril de 2016. “Toda mi familia se ha beneficiado”, dice, “puedo pagar la matrícula y el transporte escolar de mi hija y nuestra dieta ha mejorado, ya que comemos más frutas y verduras”.
El valor de la pensión es modesto, sólo 20.000 chelines tanzanos al mes, es decir, algo menos de 10 dólares. El umbral de edad para tener derecho a la pensión es alto, 70 años. No obstante, en el último año la nueva pensión de Zanzíbar ha aportado cierta comodidad material y dignidad a los hombres y mujeres mayores de este territorio insular frente a la costa de África oriental.
El programa de pensiones de Zanzíbar es pionero en África oriental. Es universal, lo que significa que se paga a todos los hombres y mujeres mayores. No existe una “prueba de medios” -una prueba de ingresos o riqueza- ni se exigen cotizaciones anteriores. Se financia íntegramente con el presupuesto del gobierno de Zanzíbar, sin ninguna financiación directa de los donantes de ayuda extranjera.
Pension universal adulto mayor del momento
Un número creciente de economías emergentes, incluidos los países de África Oriental, están introduciendo pensiones universales de vejez para garantizar al menos un nivel básico de seguridad social. Sin embargo, esta prestación no se ha establecido en Tanzania continental, y la falta de financiación adecuada se considera uno de los principales obstáculos.
Este documento utiliza un conjunto de datos de Tanzania -las encuestas de presupuestos familiares- y aplica un modelo de microsimulación de impuestos y beneficios para Tanzania (TAZMOD) para explorar posibles opciones para diseñar y financiar una pensión universal de vejez en Tanzania continental.