Salvar el planeta
No tenemos planeta B. Esta imagen compuesta de la Tierra fue captada por seis órbitas de la nave espacial Suomi National Polar-orbiting Partnership de la NASA/NOAA el 9 de abril de 2015, por el instrumento Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS). NASA
Las Naciones Unidas sugieren que el cambio climático no es solo el problema que define nuestro tiempo, sino que también nos encontramos en un momento decisivo de la historia. Los patrones meteorológicos están cambiando y amenazarán la producción de alimentos, y el nivel del mar está subiendo y podría causar inundaciones catastróficas en todo el planeta. Los países deben tomar medidas drásticas para evitar un futuro con daños irreversibles en los principales ecosistemas y en el clima planetario.
Las pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia. Cada vez que cierras el grifo mientras te cepillas los dientes, estás haciendo algo bueno. ¿Tienes un grifo que gotea? Puede que estés tirando hasta 340 litros de agua por el desagüe cada día [fuente: EPA]. Pues arréglalo. Es fácil y barato. Y deja de beber agua embotellada. Cámbiate al agua filtrada del grifo. Ahorrarás mucho dinero y ayudarás a reducir una tonelada de residuos plásticos.
Consejos para salvar el medio ambiente
Por desgracia, a lo largo de los años los seres humanos no hemos sido muy buenos administradores de la Tierra. Para proteger el medio ambiente y preservar el planeta para nuestros hijos y las generaciones futuras, todos tenemos que tomar medidas proactivas para adoptar hábitos de vida más limpios.
Ya sea gasolina, alimentos, ropa, coches, muebles, agua, juguetes, aparatos electrónicos, chucherías u otros bienes, todos somos consumidores. La clave no es dejar de consumir, sino empezar a ser conscientes de nuestros hábitos de consumo y de cómo cada compra o acción afecta al ecosistema.
La buena noticia es que a menudo no es demasiado difícil, caro o incómodo ser más respetuoso con el medio ambiente. Incluso puede ser un reto divertido para poner en práctica entre la familia o los compañeros de trabajo. Y aunque los pequeños cambios a nivel individual puedan parecer triviales, piensa en lo limpio que estaría el planeta si todo el mundo adoptara aunque sólo fuera algunas de las siguientes modificaciones de comportamiento.
Frenar el consumo puede tener un enorme impacto en el medio ambiente. Las tres “R” -reducir, reutilizar y reciclar- reciben mucha atención, pero el planeta podría beneficiarse de que nos centráramos en la “R” más importante y menos representada: la basura.
Qué hacer por el medio ambiente
Muchos de los productos que compras tienen algún tipo de impacto sobre el medio ambiente. Reciclar plásticos y otros materiales ayuda a reducir los residuos y las emisiones nocivas de los vertederos y disminuye tu huella de carbono. También reduce la necesidad de utilizar recursos naturales para crear nuevos productos.
Si puedes, composta los alimentos y productos adecuados. Se trata de un proceso que descompone la materia orgánica, como hojas, restos de verduras o bolsas de té, en un acondicionador del suelo que ayuda a las plantas a crecer. Enriquece el suelo de forma natural y previene las plagas y enfermedades de las plantas.
La producción de alimentos es uno de los principales motores de la deforestación y la pérdida de vida salvaje. La producción agrícola de carne y productos lácteos no sólo causa deforestación, sino que además consume grandes cantidades de energía. Intente alejarse de una dieta dominada por la carne y compre alimentos de origen local u orgánico. Estas opciones suelen producirse de forma más sostenible y consumen menos combustibles fósiles necesarios para el transporte.
Como consumidor, tienes poder adquisitivo para apoyar a las empresas respetuosas con el medio ambiente que obtienen sus productos de forma sostenible. Muchas de estas empresas destinan una parte de sus ingresos a acciones medioambientales, como el apoyo a Rainforest Trust, lo que garantiza que el dinero que gastas tiene un impacto positivo.
Salvar la Tierra
Kofi Anan, ex Secretario General de las Naciones Unidas, cita a menudo este proverbio africano que dice: “El mundo no es nuestro, la tierra no es nuestra, es un tesoro que guardamos en custodia para las generaciones futuras”, con el objetivo de que la humanidad se digne de la credibilidad que nos han dado.
¿Sabías que destruir el medio ambiente puede tener fácilmente un impacto negativo en nuestras vidas? Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el 92% de la población mundial no respira aire limpio. ¿Sabías lo peligroso que es eso para nuestra salud? Ahora más que nunca, llamar la atención de los jóvenes de hoy en día es lo que esencialmente necesitan predominantemente los estudiantes que conllevan aprendizajes informados sobre cómo cuidar la Tierra. ¿Y tú? ¿Y los rizalianos? ¿Estás preparado para luchar y salvar a nuestra Madre Tierra?
¡ELIMINAR! ¿Cansado de ver trozos de plástico y papel por el campus? ¡Qué desperdicio! ¿Por qué no llevar verduras y frutas en la fiambrera en vez de comprarlas en las tiendas? ¿No es más sano así? ¿Compras agua embotellada y bebidas frías? ¿Por qué no llevar tu propia taza o vaso? Así ahorraremos dinero, estaremos más sanos y ayudaremos al medio ambiente.