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Que ayuda para la memoria

diciembre 14, 2022
Que ayuda para la memoria

Productos contra la demencia que cambian la vida

12 de abril de 2022 Los anuncios de ayudas para la memoria sin receta son un elemento básico de los anuncios de televisión. Afirman que promueven una mayor claridad, más capacidad cerebral y un mejor recuerdo de la memoria. Sea cual sea el producto, el miedo a la pérdida de memoria en la vejez es algo muy real. Según una encuesta realizada por la AARP (Asociación Americana de Personas Jubiladas) sobre la salud del cerebro y los suplementos dietéticos, los estadounidenses de entre 50 y 75 años gastarán unos 5.800 millones de dólares al año en ayudas para la memoria para intentar evitar la pérdida de memoria.

La farmacéutica Shannon Burke, PharmD, Coordinadora Clínica de Farmacia y Directora de Residencia en el Centro Médico Shore, dijo: “Los consumidores deben entender que las ayudas para la memoria de venta libre no son medicamentos, son suplementos”.

Según la Dra. Burke, “el objetivo de un medicamento es proporcionar una cura o mantener y mejorar el estado actual del organismo. Los suplementos no se consideran medicamentos. No curan ninguna enfermedad. Pueden aumentar o mejorar la ingesta dietética para reforzar el aporte de nutrientes al organismo. Los complementos pueden prevenir una enfermedad o afección”.

¿Se puede entrenar la memoria?

Las ayudas para la memoria ofrecen a los estudiantes la misma oportunidad de demostrar su competencia, conocimiento y comprensión de los contenidos del curso. Sólo se aprueban para aquellos estudiantes que tienen una limitación funcional bien documentada relacionada con la memoria. Es esencial tener en cuenta si se está evaluando la capacidad de los alumnos para memorizar o aplicar el material.

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El tipo de dispositivos mnemotécnicos utilizados en una ayuda de memoria varía de un alumno a otro. A continuación encontrará ejemplos de contenidos que pueden encontrarse normalmente en un ayuda memoria. El contenido de un memory aid puede representar la información aprendida de alguna de las siguientes maneras:

Los dispositivos mnemotécnicos también pueden organizarse mediante encabezamientos de categorías, tablas y diagramas diversos. Éstos pueden utilizarse para agrupar dispositivos mnemotécnicos relacionados entre sí o para ayudar a recordar la relación entre ellos.

Mejorar la memoria

Hacer listas o escribirse notas recordatorias es una de las ayudas externas a la memoria más extendidas. Parece que hacer listas es útil sobre todo para organizar (codificar) la información, más que para recuperarla. La mayoría de las veces, la gente no utiliza la lista o la nota para “recordar”. El mero hecho de hacerla es suficiente para recordar.

Sin embargo, hay situaciones en las que hacer listas parece apropiado, pero en realidad no es la mejor estrategia. Por ejemplo, en un estudio se descubrió que las camareras que iban de mesa en mesa para tomar nota de los pedidos de bebidas recordaban mucho mejor los pedidos si visualizaban las bebidas en lugares concretos que si escribían los pedidos1. Quizá sea la presión del tiempo en ese tipo de situaciones lo que hace que una estrategia interna sea más eficaz que una externa.

En general, las ayudas externas se consideran más fáciles de utilizar, más precisas y más fiables que las estrategias mentales. Sin embargo, con la excepción de la toma de notas, se ha investigado poco la eficacia de las ayudas externas a la memoria. Lo más que puede decirse es que, en general, la gente cree que pueden ser eficaces (haciendo hincapié, quizá, en el “pueden”).

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Pérdida de memoria convulsiva

Investigaciones recientes han producido desacuerdos sobre el uso y la utilidad de las ayudas externas para la memoria en los distintos grupos de edad. El presente estudio examinó el uso y la utilidad percibida de las ayudas comerciales para la memoria en función de las edades de los usuarios y de los usuarios potenciales. Se pidió a tres grupos de edad (20, 45 y 65 años) que indicaran si poseían cada una de las treinta ayudas comerciales diferentes y, con independencia de la posesión, que valoraran el grado de utilidad de cada una de las ayudas. Cada grupo de edad utilizaba determinadas ayudas o percibía ciertas ayudas como más útiles que otros grupos de edad. El patrón de los resultados sugiere que el uso de ayudas para la memoria difiere con la edad, en parte porque las tareas de memoria que se exigen a una persona cambian con la etapa de la vida en la que se encuentra.

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