Miedo a pedir ayuda
Cake valora la integridad y la transparencia. Seguimos un estricto proceso editorial para ofrecerle el mejor contenido posible. También podemos ganar comisiones por las compras realizadas a través de enlaces de afiliados. Como asociados de Amazon, ganamos por las compras que cumplan los requisitos. Más información en nuestra declaración de afiliación. Todo el mundo necesita ayuda de vez en cuando. Pero la simple pregunta “¿Puede ayudarme?” puede causar mucho estrés y vergüenza. ¿Por qué? Muchos de nosotros queremos parecer fuertes y capaces, y pedir ayuda a menudo se confunde con un signo de debilidad. Pedir ayuda es una parte natural de la vida, así que ¿por qué no aprender a hacerlo mejor?
Los siguientes pasos te ayudarán a entender el proceso de pedir ayuda. Aprenderás por qué deberías pedir ayuda más a menudo y cómo prepararte antes de decir una palabra. También verás cómo la forma de pedir ayuda puede variar según la situación.
A menudo, las personas no piden ayuda porque suponen que la persona a la que se la piden podría decir “no”. El miedo al rechazo es fuerte, y casi todos los seres humanos se preocupan por ello en cierta medida. Pedir ayuda puede ser incómodo y la gente quiere evitar la vergüenza del rechazo, así que no dice nada.
Pedir ayuda
Tómate un momento para leer todo este pensamiento de Santiago y, mientras lo lees, pregúntate: ¿a quién se dirige Santiago? ¿Qué es lo que provoca peleas y disputas entre vosotros? ¿No provienen de vuestros deseos que luchan en vuestro interior? Deseáis pero no tenéis, así que matáis. Codiciáis pero no podéis conseguir lo que queréis, por eso os peleáis. No tienes porque no le pides a Dios. Cuando pedís, no recibís, porque pedís con malas intenciones, para gastar lo que recibís en vuestros placeres. – Santiago 4:1-3
Clarence L. Haynes Jr. es conferenciante, profesor de Biblia y cofundador de The Bible Study Club. Es el autor de The Pursuit of Purpose (La búsqueda del propósito) que le ayudará a entender cómo Dios le guía hacia su voluntad. También acaba de publicar su nuevo libro The Pursuit of Victory: Cómo conquistar tus mayores desafíos y ganar en tu vida cristiana. ¿Quieres profundizar en tu caminar con el Señor, pero parece que no puedes superar las cosas que se interponen en tu camino? Este libro le enseñará cómo unir las piezas para que pueda vivir una vida cristiana victoriosa y finalmente convertirse en el hombre o la mujer de Dios que realmente desea ser. Para saber más sobre su ministerio, visite clarencehaynes.com.
No puedo pedir ayuda
En primer lugar, tienes que dejar de pensar que eso incomodará a los demás. Pedir ayuda es una muestra de respeto. He aquí algunas cosas que te ayudarán: Primero, ¿intentaste averiguar la respuesta antes de pedir ayuda? Después, piensa en el problema. Tercero, haz una lista de preguntas. Al final, tu preparación hará que te resulte más cómodo pedir ayuda. – Amy Modglin, Modglin Leadership Solutions
Puede que tus temores no sean infundados, ya que te habrás dado cuenta de que pedir ayuda donde trabajas podría percibirse como un signo de debilidad. Si es así, busque las formas en que los demás piden y aceptan ayuda en el trabajo. Observa e incluso haz a alguien que pueda ayudarte esta pregunta crítica, sencilla pero importante: “¿Cuál sería la mejor forma de pedirte ayuda para este proyecto?”. Deja que la gente te diga cómo hacerlo. – John M. O’Connor, Career Pro Inc.
Cuando no vemos el valor inherente en nosotros mismos es importante “actuar como si”. Esto significa actuar como si fueras alguien seguro de sí mismo y con éxito que merece ayuda. Busca a alguien a quien admires y opta por pensar basándote en “¿Qué harían ellos?”. Cuando actúas bajo este prisma, se ha comprobado que los demás te responderán de forma diferente, y tú te adueñarás de ello con el tiempo. – Laura DeCarlo, Career Directors International
Por qué no puedo pedir cosas
Todo el mundo necesita ayuda alguna vez, y no pasa nada por pedirla. Si tienes miedo de pedir ayuda, debes aprender a desarrollar esa habilidad. Aunque te digas a ti mismo que no la necesitas, llegará un momento en que sea necesario.
Cuando te encuentres en una de estas situaciones, puede ser incómodo si no sabes cómo pedirla. O puede que sigas diciéndote a ti mismo que no necesitas a nadie, incluso cuando está claro que sí. En cualquier caso, aprender a pedir ayuda puede marcar una diferencia positiva en tu vida.
Antes de aprender a pedir ayuda, tómate un tiempo para pensar por qué crees que no la necesitas. Algunos de nosotros tenemos tanto miedo a pedir ayuda que luchamos solos en lugar de tender la mano. Si ese es tu caso, es probable que haya una razón subyacente.
Puede que no quieras parecer débil o necesitado, sobre todo delante de compañeros y supervisores. Si trabajas en un entorno competitivo, puede que tu resistencia a preguntar sea mayor. Puede que incluso te digas a ti mismo que pedir será utilizado en tu contra y que la gente pensará que eres un incompetente.