Construir mi futuro con google
Sin embargo, incluso cuando los líderes toman medidas para revitalizar a su gente y a sus organizaciones, los más previsores ven una oportunidad mayor: la posibilidad de aprovechar los logros relacionados con la pandemia y reexaminar (o incluso reimaginar) la identidad de la organización, su funcionamiento y su crecimiento.
En este artículo, sintetizaremos las lecciones de nuestra experiencia y de una nueva investigación sobre las prácticas organizativas de 30 de las principales empresas para destacar cómo las empresas pueden organizarse mejor para el futuro. Aunque ninguna organización ha descifrado aún el código, la experimentación en curso sugiere que las empresas preparadas para el futuro comparten tres características: saben quiénes son y qué representan; operan con una fijación por la velocidad y la simplicidad; y crecen aumentando su capacidad de aprender, innovar y buscar buenas ideas independientemente de su origen. Al adoptar estos fundamentos -a través de los nueve imperativos organizativos que los sustentan- las empresas mejorarán sus probabilidades de prosperar en la próxima normalidad.
El concepto de antifragilidad de Nassim Taleb es instructivo. “Lo resistente”, escribe Taleb, “resiste los choques y permanece igual; lo antifrágil mejora”. Para más información, véase Nassim Nicholas Taleb, Antifragile: Things That Gain from Disorder, Nueva York, NY: Random House Trade Paperbacks, 2012.
El cambiante mundo del trabajo
Reaching YES: Addressing the Youth Employment and Skilling Challenge, señala que los jóvenes de entre 15 y 24 años son incapaces de identificar qué cualificaciones necesitan para futuras oportunidades de empleo. Los jóvenes tampoco pueden acceder a la formación pertinente y los empresarios carecen de un método estándar para verificar las cualificaciones que dicen tener los nuevos empleados.
El informe señala que existe una desconexión entre las necesidades y los sistemas de educación y formación. Por ejemplo, los jóvenes que no pueden acceder a Internet no pueden acceder a oportunidades de formación en línea. Cuando se adquieren competencias, los jóvenes necesitan un modo de hacer un seguimiento verificable, preciso y seguro de las mismas y de compartirlas con los empleadores.
“Si observamos el mundo actual, vemos un enorme desajuste entre las competencias que tienen los jóvenes y las que necesitan los empresarios. Sin oportunidades para adquirir las competencias adecuadas, millones de jóvenes tendrán dificultades para encontrar trabajo y corren el riesgo de quedarse atrás. No podemos permitir que eso ocurra. Por eso es crucial que los gobiernos, las empresas, los educadores y los líderes de la sociedad civil se unan rápidamente más que nunca para abordar esta brecha. Al hacerlo, podemos empezar a crear resultados sostenidos para los jóvenes y economías y sociedades más inclusivas”, ha declarado Bob Moritz, Presidente Mundial de PwC.
Generación joven
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El futuro del trabajo
Este artículo forma parte de la serie de Forum Network sobre Digitalización. Pero la cosa no acaba aquí. Estés donde estés, conviértete en miembro de la comunidad mundial de la Red del Foro para comentar a continuación y continuar la conversación.
En un estudio que acaban de publicar la OCDE y WorldSkills, con aportaciones de Educación y Empresarios, se preguntó a los jóvenes por su grado de conocimiento de los cambios que afectan al nuevo mundo laboral y por su confianza en su capacidad para afrontarlos. Los resultados no pintan un panorama halagüeño para nuestros sistemas de aprendizaje y, aunque conocemos grandes ejemplos de jóvenes a los que se les brindan las oportunidades adecuadas, tenemos que encontrar la manera de ampliar estas historias de éxito para construir un mundo laboral más inclusivo.
A pesar de ciertas inquietudes en torno al futuro del trabajo, los jóvenes expresaron que son conscientes de los retos que se avecinan, especialmente en lo que respecta a la tecnología. Casi el 56% de los jóvenes se siente optimista respecto a que la tecnología contribuirá a generar nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, este optimismo no debe eclipsar el temor que expresaron sobre el impacto de la tecnología en el mundo laboral y en sus propias perspectivas profesionales. Alrededor del 47% de los jóvenes teme no tener acceso a empleos fijos a tiempo completo debido a la digitalización.