Cómo fomentar el espíritu empresarial entre los estudiantes
En un mundo que cambia rápidamente, nuestros jóvenes se enfrentan a un futuro incierto. La escuela no les prepara para todo, y hoy en día los jóvenes adquieren valiosas destrezas en el mundo real a través de sus intereses paralelos. Algunos incluso ganan dinero con ello.
Entre los entrenamientos de fútbol y las clases de conducir, muchos adolescentes también tienen negocios de éxito. Están ahorrando para comprar zapatillas y pagar la matrícula de la universidad. Otros incluso utilizan sus superpoderes para influir en el mundo. Sean cuales sean sus motivaciones, estos jóvenes también están construyendo -a veces sin darse cuenta- los cimientos de su futuro.
Sean cuales sean tus planes para después de graduarte -universidad, un año sabático, empezar directamente a trabajar- recuerda que eres joven y siempre puedes cambiar de rumbo. Dispones del recurso más valioso en esta etapa de tu vida: el tiempo. Es importante probar varios futuros para ver cuál encaja mejor.
Crear tu propia pequeña empresa mientras aún estás estudiando te permite acortar la distancia entre la teoría (libros de texto) y la práctica (desarrollo de habilidades prácticas). También puede ayudarte a tomar una decisión después de graduarte: quizá merezca la pena dedicarte a tiempo completo a tu pequeña empresa, o quizá descubras que el espíritu empresarial no es lo tuyo.
¿Cómo va a convencer o animar a los jóvenes empresarios para que sigan adelante con el negocio de sus sueños?
Hábleles de las oportunidades de mercado
El espíritu empresarial no es sólo una acción o una profesión; empieza con una mentalidad. Para desarrollar esa mentalidad emprendedora, los adolescentes tienen que buscar e identificar constantemente problemas u oportunidades actuales y tratar de encontrar soluciones únicas.
¿Cuáles son las 6 C que motivan a los empresarios?
A través de este ejemplo, aprendemos lo que ellos llaman las Seis C de la motivación: elección, reto, control, colaboración, construcción de significado y consecuencias.
¿Qué 4 cosas motivan a un empresario?
Al analizar lo que acaba impulsando a estos emprendedores, los investigadores y observadores encuentran 4 motivos especialmente fuertes: control, libertad, impacto y riqueza (por orden alfabético.) Alguna o todas estas motivaciones pueden ser importantes para usted como emprendedor.
Cómo animar a los jóvenes empresarios
La juventud tailandesa pronto se enfrentará a la mayor responsabilidad de impulsar el futuro económico del país al entrar oficialmente en una sociedad envejecida, y la baja tasa de desempleo del país (1,5%) revela un escenario competitivo en el que las empresas deben esforzarse por atraer y contratar a los talentos adecuados, al tiempo que ofrecen un entorno gratificante a su mano de obra. En un mundo de amplias opciones de empleo, las empresas necesitan seguir siendo relevantes para este segmento, incentivando nuevas ideas y conceptos que aumenten el atractivo y el deseo de formar parte de ellas.
Por el contrario, los empresarios contratan a menos jóvenes: sus tasas de desempleo siguen siendo superiores a la media del país, un 6% para los que tienen entre 15 y 24 años, y un 7% para las mujeres de la misma edad. Ahora es más importante que nunca aprovechar y explorar los beneficios que los jóvenes aportan a su empresa, empezando por estos cinco:
Los empleados jóvenes pueden aportar una perspectiva fresca y una forma diferente de pensar a su empresa. La mayoría de los trabajadores jóvenes están ansiosos por aprender, adquirir experiencia y aplicar sus habilidades en el mundo laboral. Este entusiasmo es estupendo para la creación de equipos, la productividad y la moral en el lugar de trabajo. Los empleados más jóvenes también le darán una ventaja si quiere dirigirse al mercado de la generación del milenio, ya que saben cómo llegar a sus iguales y comunicarse con ellos.
Cómo fomentar el espíritu empresarial en su comunidad
El espíritu empresarial es una opción transformadora para desbloquear la generación de ingresos. El emprendimiento juvenil crea trabajo digno para los jóvenes, fortalece las comunidades e impulsa el crecimiento económico inclusivo, pero para demasiados jóvenes, el emprendimiento está fuera de su alcance.
Los jóvenes son fundamentales para un futuro desarrollo económico inclusivo y sostenible. Sin embargo, con 66 millones de jóvenes desempleados en todo el mundo, este potencial no se está aprovechando. Además, de los que trabajan, muchos no ganan lo suficiente para salir de la pobreza.
Abordar la crisis del empleo juvenil es imperativo, no sólo para el bienestar de los jóvenes, sino también para garantizar un crecimiento sostenible e integrador y la cohesión social en todo el mundo. Capacitar a los jóvenes para que consigan dirigir sus propias empresas es parte de la solución. Los jóvenes emprendedores crean nuevos puestos de trabajo y dan forma a las economías locales. Los jóvenes dotados de aptitudes empresariales están mejor preparados para afrontar los retos del cambiante mercado laboral actual.
Consejos para jóvenes empresarios
Los jóvenes están más presionados que nunca. Incluso antes de la pandemia, los jóvenes tenían más del doble de probabilidades de estar desempleados que las personas de entre 25 y 64 años. Su renta disponible es menor, su vivienda es menos asequible y están más expuestos a empleos precarios que la generación anterior. Los datos de la OCDE muestran que, en promedio, 1 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 24 años en todos los países miembros de la OCDE no tenían empleo, educación o formación (NEET) en 2019 y 2020, lo que representa un coste económico de entre el 0,9% y el 1,5% del PIB en la OCDE.
Todos tenemos la responsabilidad de garantizar que, como generación, no se pierda su futuro. Trabajando juntos -sociedad civil, gobiernos y empresas- podemos ayudarles a afrontar los retos del trabajo, la igualdad de género, la transición ecológica y el futuro de las empresas; y capacitar a los jóvenes para crear y aprovechar nuevas oportunidades.
Estas reformas -apoyadas por los subsidios a la contratación proporcionados por el plan “1 joven, 1 solución” del Gobierno francés durante la crisis- ayudaron a aumentar el número de aprendices en más del 50% durante 2019 y 2020 juntos. Las microempresas y las pequeñas y medianas empresas representan más de 3/4 de todos los contratos firmados. En 2020, por primera vez en la historia, Francia superó los 500.000 nuevos contratos de aprendizaje, lo que significa que había casi 800.000 aprendices en formación. Un año histórico a pesar de la crisis.