La juventud es la esperanza de nuestro futuro
El programa pretende ofrecer oportunidades de formación en el puesto de trabajo a jóvenes de entre 18 y 29 años que ni trabajan ni estudian. Entre los objetivos del programa están promover la inclusión social y productiva de los jóvenes, reducir el desempleo e incluir al sector privado en actividades de responsabilidad social para el desarrollo productivo de los jóvenes. A través de la entrega de una aportación económica mensual de MXN$ 3,600, se espera que los jóvenes adquieran habilidades técnicas y blandas en un ambiente laboral por un periodo máximo de 12 meses. Los participantes también reciben un seguro médico que cubre accidentes, enfermedades, maternidad y riesgos de trabajo, a través del IMSS, durante el periodo de permanencia en el programa
Los participantes pueden ser suspendidos cuando se incorporen a un Centro de Trabajo o no puedan continuar con la capacitación laboral. También pueden ser dados de baja del programa cuando den información falsa o el participante mantenga una conducta inadecuada
¿Por qué son importantes los jóvenes para el futuro?
Los jóvenes no sólo representamos el futuro de nuestro país, sino que somos uno de los principales agentes de cambio y progreso de la sociedad. También tenemos un gran efecto en el desarrollo económico. En esta etapa de nuestras vidas, establecemos muchas relaciones sociales y desarrollamos una personalidad que nos define como nueva generación.
¿Cómo pueden prepararse los jóvenes para el futuro?
Cuatro competencias clave para los jóvenes del siglo XXI
Habilidades cognitivas avanzadas (como el pensamiento crítico y la resolución de problemas) Habilidades relacionadas con la función ejecutiva (como la autorregulación y la metacognición) Habilidades socioemocionales (como la autoestima, la adaptabilidad, la creatividad, la perseverancia y la empatía).
¿Qué piensan los jóvenes del futuro?
Casi la mitad de las personas (49%) con edades comprendidas entre los 16 y los 25 años sienten a diario ansiedad por el futuro, mientras que el 59% describe las perspectivas de su generación como “aterradoras”, según revela una investigación de The Prince’s Trust.
El poder de la juventud
Trabajar con jóvenes puede ser tan difícil como gratificante. A menudo, los programas y los esfuerzos comunitarios se centran en los comportamientos desafiantes o de riesgo de los jóvenes. Olvidamos que los jóvenes pueden ser un activo valioso para nuestras comunidades. Los jóvenes tienen el potencial de hacer una contribución positiva a la comunidad cuando se les da el apoyo, la orientación y las oportunidades para utilizar y fortalecer sus habilidades. Las personas que trabajan con jóvenes deben aprender a reconocer sus talentos y activos y aprovechar esas cualidades para mejorar los resultados tanto para los jóvenes como para la comunidad. Esta publicación puede ayudarle a relacionar los activos positivos de los jóvenes con los métodos de programación, los objetivos y los resultados.
El desarrollo juvenil positivo es un enfoque que los adultos pueden utilizar cuando trabajan con adolescentes para ayudar a crear oportunidades de crecimiento y desarrollo saludables. Es diferente de otros enfoques para trabajar con jóvenes porque se centra en sus cualidades positivas, o activos, en lugar de en cómo pueden añadir riesgos a la comunidad.
La generación actual
Casi dos tercios de los jóvenes británicos temen por el futuro de su generación, según un estudio. Casi la mitad de los encuestados (49%) de entre 16 y 25 años sienten ansiedad a diario por el futuro, mientras que el 59% describe las perspectivas de su generación como “aterradoras”, según revela una investigación de The Prince’s Trust.
De los encuestados, el 45% dijo sentirse ansioso a diario por los recientes acontecimientos políticos y económicos y algo más de la mitad afirmó haber reducido sus esperanzas de futuro desde 2020.La misma proporción también afirma que la recesión prevista les preocupa por sus trabajos, y un tercio ya no cree que vaya a alcanzar sus objetivos profesionales.
Por su parte, el 29% de los que proceden de familias más acomodadas cree que sus perspectivas laborales se recuperarán en el futuro, frente al 42% de los que proceden de familias con menos ingresos: “Los jóvenes del Reino Unido se enfrentan hoy a un conjunto único de repercusiones de la pandemia, que afectan a su educación, empleo y bienestar, y les dejan desestabilizados y debilitados”. “Mientras el clima económico sigue cambiando a nuestro alrededor, no debemos dar la espalda a esta generación”.
Ser joven hoy
Los jóvenes están más presionados que nunca. Incluso antes de la pandemia, los jóvenes tenían más del doble de probabilidades de estar desempleados que las personas de entre 25 y 64 años. Su renta disponible es menor, su vivienda es menos asequible y están más expuestos a empleos precarios que la generación anterior. Los datos de la OCDE muestran que, en promedio, 1 de cada 10 jóvenes de entre 15 y 24 años en todos los países miembros de la OCDE no tenían empleo, educación o formación (NEET) en 2019 y 2020, lo que representa un coste económico de entre el 0,9% y el 1,5% del PIB en la OCDE.
Todos tenemos la responsabilidad de garantizar que, como generación, no se pierda su futuro. Trabajando juntos -sociedad civil, gobiernos y empresas- podemos ayudarles a afrontar los retos del trabajo, la igualdad de género, la transición ecológica y el futuro de las empresas; y capacitar a los jóvenes para crear y aprovechar nuevas oportunidades.
Estas reformas -apoyadas por los subsidios a la contratación proporcionados por el plan “1 joven, 1 solución” del Gobierno francés durante la crisis- ayudaron a aumentar el número de aprendices en más del 50% durante 2019 y 2020 juntos. Las microempresas y las pequeñas y medianas empresas representan más de 3/4 de todos los contratos firmados. En 2020, por primera vez en la historia, Francia superó los 500.000 nuevos contratos de aprendizaje, lo que significa que había casi 800.000 aprendices en formación. Un año histórico a pesar de la crisis.