Qué le pasa a la juventud de hoy
El mundo laboral se encuentra en un estado de cambio que provoca una gran ansiedad, y con razón. Hay una creciente polarización de las oportunidades del mercado laboral entre empleos de alta y baja cualificación, desempleo y subempleo especialmente entre los jóvenes, estancamiento de los ingresos para una gran parte de los hogares y desigualdad de ingresos. La migración y sus efectos sobre el empleo se han convertido en una cuestión política delicada en muchas economías avanzadas. Y desde Mumbai a Manchester, el debate público gira en torno al futuro del trabajo y a si habrá suficientes puestos de trabajo para dar empleo remunerado a todo el mundo.
El desarrollo de la automatización, facilitado por tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial, promete una mayor productividad (y, con ella, el crecimiento económico), una mayor eficiencia, seguridad y comodidad. Pero estas tecnologías también plantean cuestiones difíciles sobre el impacto más amplio de la automatización en los puestos de trabajo, las cualificaciones, los salarios y la propia naturaleza del trabajo.
Al mismo tiempo, sitios web de búsqueda de empleo como LinkedIn y Monster están cambiando y ampliando la forma en que los particulares buscan trabajo y las empresas identifican y contratan talentos. Los trabajadores independientes optan cada vez más por ofrecer sus servicios en plataformas digitales como Upwork, Uber y Etsy y, en el proceso, desafían las ideas convencionales sobre cómo y dónde se realiza el trabajo.
La juventud es la esperanza de nuestro futuro
Reaching YES: Addressing the Youth Employment and Skilling Challenge, señala que los jóvenes de entre 15 y 24 años son incapaces de identificar qué cualificaciones necesitan para futuras oportunidades de empleo. Los jóvenes tampoco pueden acceder a la formación pertinente y los empresarios carecen de un método estándar para verificar las cualificaciones que dicen tener los nuevos empleados.
El informe señala que existe una desconexión entre las necesidades y los sistemas de educación y formación. Por ejemplo, los jóvenes que no pueden acceder a Internet no pueden acceder a oportunidades de formación en línea. Cuando se adquieren competencias, los jóvenes necesitan un modo de hacer un seguimiento verificable, preciso y seguro de las mismas y de compartirlas con los empleadores.
“Si observamos el mundo actual, vemos un enorme desajuste entre las competencias que tienen los jóvenes y las que necesitan los empresarios. Sin oportunidades para adquirir las competencias adecuadas, millones de jóvenes tendrán dificultades para encontrar trabajo y corren el riesgo de quedarse atrás. No podemos permitir que eso ocurra. Por eso es crucial que los gobiernos, las empresas, los educadores y los líderes de la sociedad civil se unan rápidamente más que nunca para abordar esta brecha. Al hacerlo, podemos empezar a crear resultados sostenidos para los jóvenes y economías y sociedades más inclusivas”, ha declarado Bob Moritz, Presidente Mundial de PwC.
Ser joven hoy
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En un estudio que acaban de publicar la OCDE y WorldSkills, con aportaciones de Educación y Empresarios, se preguntó a los jóvenes por su grado de conocimiento de los cambios que afectan al nuevo mundo laboral y por su confianza en su capacidad para afrontarlos. Los resultados no pintan un panorama halagüeño para nuestros sistemas de aprendizaje y, aunque conocemos grandes ejemplos de jóvenes a los que se les brindan las oportunidades adecuadas, tenemos que encontrar la manera de ampliar estas historias de éxito para construir un mundo laboral más inclusivo.
A pesar de ciertas inquietudes en torno al futuro del trabajo, los jóvenes expresaron que son conscientes de los retos que se avecinan, especialmente en lo que respecta a la tecnología. Casi el 56% de los jóvenes se siente optimista respecto a que la tecnología contribuirá a generar nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, este optimismo no debe eclipsar el temor que expresaron sobre el impacto de la tecnología en el mundo laboral y en sus propias perspectivas profesionales. Alrededor del 47% de los jóvenes teme no tener acceso a empleos fijos a tiempo completo debido a la digitalización.
Vivir en un mundo digital
En la actualidad, la mitad de la población mundial tiene menos de 30 años. El 90% de este grupo de edad vive en economías emergentes y en desarrollo y el 50% está desempleado o trabaja y vive en la pobreza. Las aspiraciones y necesidades de los jóvenes, así como su capacidad para desarrollar todo su potencial, siguen sin satisfacerse en gran medida debido al estancamiento del crecimiento económico y a las limitadas oportunidades de progreso. A pesar de que las probabilidades están en su contra, sabemos que cuando se empodera a los jóvenes, mejoran los resultados del desarrollo.
Para la mayoría de los jóvenes del mundo, la educación no es fácilmente accesible e, incluso cuando se consigue, no garantiza el acceso a oportunidades de empleo de calidad. El pensamiento crítico y la capacidad de plantear problemas son indispensables para la preparación de la mano de obra porque permiten a los jóvenes volver a imaginar los retos como oportunidades en la vida cotidiana. Una forma eficaz de abordar el planteamiento de problemas es a través del diseño centrado en el ser humano, que utiliza la empatía para deconstruir los problemas. Al utilizar el pensamiento de diseño para entender los problemas desde la perspectiva del individuo o la comunidad que se enfrenta a un reto, los jóvenes tienen más posibilidades de identificar soluciones únicas que satisfagan esas necesidades, incluidas las suyas propias. Desde nuestra experiencia con UNLEASH, aumentar la disponibilidad de eventos de innovación y formación en los que los jóvenes puedan acceder a herramientas de diseño centrado en el ser humano y adquirir experiencia con ellas ayudará a movilizarlos para abordar los retos del desarrollo y la sostenibilidad, y fomentará el emprendimiento social como forma viable de autoempleo.