Famosos ucranianos que hacen obras de caridad
Investigaciones anteriores han demostrado que ayudar a los demás tiene una gran variedad de beneficios: Ser amable y servicial puede hacernos más felices, darnos una sensación de propósito y significado, e incluso reducir nuestra presión arterial. Personas de todas las culturas parecen experimentar un mayor bienestar cuando ayudan a los demás, lo que sugiere que esto puede ser un universal humano.
Pero, ¿hasta qué punto son universales estos beneficios? Un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Experimental Social Psychology concluye que se extienden incluso a las personas más antisociales, incluidos los delincuentes.
A algunos participantes se les dio la oportunidad de actuar de forma amable y servicial (“prosocialmente”): Se les concedió una bonificación por su participación en el estudio y podían elegir una causa benéfica en la que gastar su bonificación (por ejemplo, comprar un bocadillo o un bolígrafo para los estudiantes de una zona de bajos ingresos). A otros participantes, en cambio, se les pidió que gastaran esa bonificación en un regalo para sí mismos.
Incluso para este grupo de personas, ayudar seguía haciéndoles felices. Los participantes que gastaron el dinero en la causa benéfica manifestaron niveles más altos de emociones positivas, en comparación con los participantes que gastaron el dinero en sí mismos.
Ayudar a los demás beneficia
¿Qué inspira a la gente a actuar desinteresadamente, ayudar a los demás y hacer sacrificios personales? Cada trimestre, esta columna presenta un trabajo de investigación académica que proporciona información sobre lo que motiva a las personas a adoptar lo que los psicólogos denominan “conductas prosociales”, como hacer contribuciones benéficas, comprar regalos, ofrecer su tiempo como voluntario, etc. En resumen, analiza el trabajo de algunos de nuestros mejores investigadores sobre lo que impulsa a las personas a hacer algo en beneficio de los demás. En resumen, examina el trabajo de algunos de nuestros mejores investigadores sobre lo que impulsa a la gente a hacer algo en beneficio de otra persona.
Este trimestre nos centraremos en cómo la percepción de “pertenencia a un grupo” puede influir en que los demás decidan ayudarnos en situaciones de emergencia. Un estudio británico de 2005 publicado en Personality and Social Psychology Bulletin muestra que los transeúntes son más propensos a ayudar a extraños en apuros cuando reconocen que pertenecen a un grupo común. Sin embargo, lo que se considera pertenencia a un grupo no es fijo. Cuando se anima a la gente a ver mayores puntos en común con los desconocidos, prestarán ayuda a quienes, de otro modo, habrían considerado parte del “grupo de fuera”.
Caritativos famosos
El pescado en conserva es una buena fuente de proteínas para donar al banco de alimentos. Es un alimento nutritivo y se mantiene fresco en una lata sellada durante mucho tiempo. Las conservas de pescado, como las sardinas, también son baratas, al menos donde yo vivo.
Dona dinero mientras compras30. Ponte como objetivo echar monedas en todas las urnas benéficas que veas, aunque la cantidad de dinero depositada sea pequeña31. Si una organización benéfica recauda fondos en la puerta de un supermercado o en un centro comercial, considera la posibilidad de hacer un donativo al pasar.32. Si hay niños o adolescentes vendiendo chocolatinas u otros artículos para recaudar fondos para una buena causa, cómprelos. Si no lo quieres, puedes donarlo a otra persona. También puedes donar el precio de compra sin comprarlo. Deja dinero en el tarro de las propinas de una cafetería (o en el tarro virtual de un bloguero) en agradecimiento por un trabajo bien hecho34. Si te sientes cómodo económicamente, cuando la cajera de un supermercado te pregunte si quieres hacer un donativo a una organización benéfica concreta añadiéndolo a tu cuenta de la compra, plantéate decir “Sí”.
Trabajadores famosos de la caridad uk
El deseo humano de ayudar a los demás está profundamente arraigado en nuestra neurobiología (Hurlemann y Marsh, 2016). De hecho, las investigaciones neurocientíficas han demostrado que ayudar a los demás activa la zona de “recompensa” de nuestro cerebro (Moll et al., 2006). En otras palabras, cuando hacemos algo amable por otras personas, nos sentimos bien.
Los investigadores suelen definir la ayuda a los demás como la intención o el efecto de mejorar el bienestar de otra persona sin esperar recompensas materiales a cambio. Esto significa que ayudar a los demás puede referirse tanto a los comportamientos bienintencionados que consiguen mejorar el bienestar de otra persona como a los comportamientos bienintencionados que se quedan cortos en su objetivo. No siempre podemos estar seguros de que la ayuda que ofrecemos producirá el resultado que esperamos, pero si nuestro objetivo es contribuir positivamente al bienestar de nuestros vecinos en el planeta Tierra, siempre merece la pena intentarlo.
Ayudar a los demás tiene muchos beneficios, más allá del bien que aportamos al mundo. Por ejemplo, ayudar a los demás se asocia con una mayor salud, bienestar y longevidad (Post, 2014). Las investigaciones también han demostrado que ayudar a los demás puede mejorar la confianza en uno mismo, el autoconocimiento, la autoestima y reducir los síntomas de depresión (Schwartz y Sendor, 1999).Si te interesa saber más sobre los beneficios psicológicos de ayudar a los demás, este vídeo es un buen punto de partida: